Hacer la edición de esta semana francamente me costó. Todo partió el martes 28 de abril de 2020 en la mañana, cuando un transeúnte llegó hasta las cercanías de la estación Trinidad del Metro de Santiago a interpelar al periodista Luis Ugalde, que estaba despachando (vía 4G) en vivo para Chilevisión.
«¿Por qué no dices la verdad? El coronavirus es una mentira hueón, nos están fumigando con el chemtrail, hueón», le espeta a un sorprendido Ugalde. El joven continuó:
«El 5G está detrás de esto. Tú trabajai para un hueón que es dueño de las comunicaciones en el mundo, eres periodista… Habla realmente de lo que pasa (con) la reducción de partículas con el tema del 5G, po’h. Gánate la plata como gente, po’h hueón».
El periodista, en completa calma, le dice ‘OK, gracias, te agradezco’, pero la vehemencia del transeúnte estaba lejos de disminuir. «Aquí, me presento, compadre: somos chilenos, compadre; nos están fumigando, el Nuevo Orden Mundial lo están instaurando y no han hablado nada ustedes en la televisión… No hablan nada, hueón… […] Compadre, están matando a tus hijos, los están fumigando con chemtrail… Estudiaste 5 años, ¿cómo no soi (sic) capaz, loco, de hablar de eso?»
Ugalde se distanció unos metros del joven que, fuera de sí y sin mascarilla, le gritaba a la cara: «Están matando a tu hijo… Ustedes, loco, se están vendiendo al Nuevo Orden Mundial, los masones tienen la nariz todo el día en la tele, (inentendible) masón culiao (sic)… Están fumigando, hueón… […] ¿Hablai (sic) de Monsanto, hablai (sic) de Monsanto en la tele? ¿Hablai (sic) del 5G? No hablan de ná, hueón… […] Acá en Trinidad, no nos vendemos».
Todo calza, pollo
Echarle la culpa sólo a Juan Andrés Salfate de la actitud del joven que enfrentó a las cámaras de CHV hace unos días sería simplista, aunque sin duda es parte del problema. Tras ser despedido de La Red, el ex panelista — y ahora panelista otra vez - de Así Somos debutó en YouTube a fines de marzo junto a Alfredo Lamadrid Jr. en el canal de YouTube Que se sepa.
15 minutos tras el inicio del “especial COVID-19”, Salfate comenzó a hablar de los dispositivos que usa diariamente: hace mención a que tiene un equipo “de otra marca” y un smartphone Huawei, y manifiesta que se siente espiado por este último. Comienza a asociar el “espionaje telefónico” al escándalo de Cambridge Analytica haciendo una caracterización muy vaga del proceso, integrando ribetes judiciales en los que no profundiza: «no es opinión, es un hecho», repite en más de una ocasión.
A continuación, señala que va a buscar unos datos. «Quiero darte el nombre para que la gente lo pueda buscar»: así comienza su relato sobre el Dr. Thomas Cowan; mientras entrega detalles de su participación en una cumbre médica en Tucson, Arizona en marzo de 2020 vemos imágenes de apoyo de la misma, y apunta que éste declaró a los virus como el desecho de una célula — «una feca» -, y que su proliferación se produce al existir «un cambio en el sistema eléctrico magnético del planeta». De acuerdo a Cowan, relata Salfate:
«[…] Al estar todos infectados por la tecnología, y cambiar el sistema eléctrico que todos compartimos como seres humanos dentro del planeta, va a generar esta ‘caca’ celular, y que va a ser un virus. […] Y él terminó advirtiendo, ojo con el 5G, porque el 5G va a terminar generando otro virus más, pero mucho más potente; porque se suma —dada su potencia- a los anteriores, y qué curioso, porque esto coincide con las cartas Iluminati…»
El video — lo más visto del canal - tiene sobre 70 mil visualizaciones y fracción; 23 mil cuentas son suscriptores del webshow del comunicador y Lamadrid hijo, que suma sobre 750 suscriptores y 10 mil views diariamente, de acuerdo a SocialBlade.
Pero más allá de lo que el maestrus quiera que se sepa en TV abierta o en las redes, el mensaje corre aún más fuerte que en YouTube en el refugio boomer: Facebook. Fue cosa de buscar “5G COVID” para llegar al rincón de la red social que Mark Zuckerberg aún no logra moderar: los grupos. En los muros privados de varios — como Somos la Resistencia — abundan comentarios de este tono en los contenidos sobre el Coronavirus, sólo promovidos en base a me gusta:
Desde ahí es fácil que personas como María repliquen este tipo de teorías conspirativas en instancias como la consulta ciudadana de SUBTEL para la implementación de 5G en Chile — porque no, aún no tenemos redes de quinta generación móvil desplegadas para uso comercial:
Bueno, ¿nos están fumigando o no?
Antes de aclararlo, lo primero es que el discurso del amigo de La Florida, las de Salfate en YouTube, el comentario de Eladio en Facebook y el que envió María al regulador son desinformación pura.
La parte de la fumigación hace referencia a los chemtrails; quimioestelas o estelas químicas. Para los conspiracionistas, las huellas de vapor de agua que quedan en el cielo tras el paso de un avión son agentes químicos dispersados a gran altura para — entre otras - introducir drogas de control psicológico o social de la raza humana. La teoría por supuesto que nació en Internet: apareció en foros en 1996 tras un informe de la fuerza aérea de los Estados Unidos, y llegó a los medios masivos sólo tres años más tarde.
Sin embargo, las redes 5G — efectivamente campos electromagnéticos, al igual que las demás redes móviles, incluyendo al Wi-Fi y los teléfonos inalámbricos hogareños - NO son vectores del COVID-19. Tanto la OMS y la Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante (ICNIRP) han desmentido que el virus se genere en y/o se transmita a través del espectro radioeléctrico. Sin embargo, a pesar de los más de 25.000 estudios científicos realizados hace más de 30 años, la Organización Mundial de la Salud considera a las redes inalámbricas “potencialmente cancerígenas” (junto con el uso de talco, trabajar en una lavandería y el aloe vera, entre otras); la única respuesta es más y más ciencia.
Y con respecto a lo que señala Salfate en su video, éste es el congreso donde habló Cowan; éstos son sus organizadores; el video original fue subido a YouTube en una cuenta llamada Parents for Healthcare Rights de marcada tendencia anti-vacunas, y ha sido eliminado de la plataforma repetidas veces por infringir las directrices sobre el COVID-19; y para más remate, en 2017 la junta médica del estado de California le limitó el ejercicio profesional a Cowan por dispensar medicamentos sin receta.
A quién le creo
Miren: para ser sinceros, yo también desconfío. Las malas prácticas de grandes industrias amparadas por el sistema económico imperante dan pie a que creamos — y con razón - que pocas veces se toman medidas para velar por el equilibrio y salud de las personas y ecosistemas. Si hacerlo va en contra de sus fines empresariales, se pasan por alto cueste lo que cueste, y hay múltiples hechos históricos que avalan la duda.
Sin embargo, en medio de una pandemia, la desinformación puede ser mortal; más cuando en el país donde más infectados de COVID-19 hay en el planeta el presidente incita a inyectarse desinfectantes hogareños en una rueda de prensa, porque “matan [al virus] en un minuto — ¡en un minuto!” ¿Cuento corto? Múltiples llamados a centros toxicológicos en todo Estados Unidos por gente que había ingerido productos con cloro, cloruro de benzalconio y otros agentes de limpieza.
En Trinidad no se venden, le dijo el amigo al periodista; si no hacerlo significa caer redondo en la tormenta perfecta de desinformación que nos rodea, podríamos terminar peor. Nuestros niveles de angustia están a tope y generan reacciones como la de este chico que decidió salir de su casa — sin elementos de protección personal - a interrumpir las transmisiones de una cadena de televisión abierta para decir su verdad, una bien modelada por algoritmos que responden a lo que busca, lo que ve y los clicks en un botón con el pulgar arriba. Ahora que la infoxicación nos tiene dudando en qué creer, ¿dónde están los medios?
¡Gracias por leer!
Ayúdanos a mejorar respondiendo sólo 10 preguntas. ¿Qué te pareció esta edición?
Nos leemos pronto,
— ji