Lo nuevo de Samsung: modernizarse tras 80 años
Una mirada al confucianismo empresarial de Corea del Sur. Además. cambiando tu computador en pandemia: qué comprar
Yo sé. Vas a pensar en el Galaxy S20 Ultra y en el recientemente lanzado Z Flip (que cuesta un millón y medio de pesos chilenos); me vas a decir pero mira sus teles OLED 8K (que me tocó ver hace un año en persona en Brasil) y cómo los procesadores Exynos y tanto más. Pero lo que te quiero contar esta semana tiene que ver con otro tipo de avance.
El jueves pasado en Seúl, el vicepresidente ejecutivo de Samsung Jay Y. Lee dio la cara y pidió disculpas públicas por sus acciones al mando de su compañía, las que incluyeron sobornos y regalos entregados a la máxima autoridad de Corea del Sur; sí: a la entonces presidenta de ese país, la que enfrentó cargos por corrupción y pasará casi 35 años en la cárcel tras ser declarada culpable de los mismos.
Bien de famiia
Partamos por el hecho que en Corea del Sur impera el confucianismo: existir fuera del set de reglas morales de la sociedad surcoreana es duro, sobre todo cuando le temes al fracaso a toda costa. Si no cumples con las expectativas dadas sobre ti en un punto X de tu vida, eres la vergüenza familiar… y no hay nada peor — socialmente - que deshonrarlos.
Lo que ha hecho exitoso al sistema creado por Confucio — que tiene más de DOS MIL AÑOS de historia, perdón por las caps - es que ya es parte del ADN de la cultura y estructura social de los países asiáticos donde se practica: China, Japón, Vietnam, Taiwan, las dos Coreas y parte de Singapur. Lo ves a diario en microgestos que permean el actuar de sus habitantes: el respeto absoluto a las jerarquías, la honra como moneda de cambio y la familia como piedra angular del ser individual.
Usted nos pertenece
¿Por qué un surcoreano puede bromear con que el CEO de Samsung es en realidad el presidente de la república? ¿Te imaginas viviendo en Seúl en tu departamento construido por Samsung, manejar al trabajo en un Samsung SM5 con tu smartphone Galaxy a bordo (conectado con infraestructura de red 5G Samsung) en una autopista construida por Samsung… y que si te llegase a pasar algo en el camino, estés asegurado por Samsung?
Para entender por qué todo esto es posible, tenemos que hablar de los chaebol.
Los ‘clanes adinerados’ mueven la economía a base de riquezas gigantes de origen familiar sumamente diversificadas, cuyo control se hereda de generación en generación. Su desarrollo — explosivo, en específico durante la tercera y cuarta república (dictatorial) de Park Chung-hee, conocido como el milagro del río Han - hace que sean unas cuantas familias las que toquen, cual tentáculos de un pulpo, todo ámbito de la vida económica de la nación, y en la práctica la controlen.
Por eso Hyundai no solo fabrica automóviles bajo su marca (ojo: son también dueños de Kia) con acero hecho por ellos mismos; también tiene grandes tiendas y un brazo de construcción que en este momento está peleado con el estado chileno. LG partió siendo una petroquímica que introdujo el plástico en su país de origen antes de 1950, y hoy una de sus divisiones es el tercer mayor operador móvil de Corea del Sur.
En el caso de Samsung, lo que todos conocemos es la joya de la corona de un chaebol que comprende más de 100 empresas: por ejemplo, hay una agencia creativa que sirve ¡hace 47 años! las necesidades de marketing y comunicación interna y de clientes externos — Cheil Worldwide; uno de los tantos brazos del holding de la familia Lee es el mayor emisor de tarjetas de crédito de la parte sur de la península, y uno de sus spinoffs de los 90’s es uno de los responsables de generar la Hallyu u ola coreana, que ha disparado el culto al K-pop a escala global a través de sus canales de TV y sellos musicales.
Dinastías al poder (político)
"A veces no logramos cumplir con las expectativas de la sociedad. Incluso decepcionamos a las personas y causamos preocupación porque no respetamos estrictamente la ley y los estándares éticos”. El mea culpa de Jay Y. Lee, el vicepresidente de Samsung Electronics, llegó tras la recomendación de un comité asesor interno y el dictamen del Tribunal Supremo de su país, que revocó en agosto de 2019 el fallo que lo condenó por soborno y redujo su sentencia de 5 a 3 años tras el llamado “juicio del siglo”, que desnudó cuan poderosos podían llegar a ser los chaebol en la vida nacional.
En resumen, los coreanos están chatos: el descubrimiento de pagos por USD$70 millones para favores políticos disfrazados de donaciones culturales orquestados por la confidente de la ex presidenta Park Geun-hye, Choi Sool-sil (que arreglaba sus discursos, la política exterior y económica del país y hasta su vestuario), fue la gota que rebalsó el vaso de la indignación social.
Pero eso no fue todo. Al poco andar de la investigación, reguladores descubrieron cómo Lee se aseguró ser el heredero del imperio: bajando artificialmente el valor de la empresa matriz del holding — Samsung C&T — para permitir así la fusión con Cheil Industries, donde tenía mayor participación accionaria. Esto habría sido posible gracias a pagos por USD$36 millones a las fundaciones fachada de la entonces confidente de la primera mandataria surcoreana.
Sin embargo, no es el único chaebol involucrado en esta pasada: el presidente de Lotte — el quinto mayor conglomerado del país - Shin Dong-Bin también fue condenado por sobornos de USD$6 millones a Choi y la ex presidenta Park, destinados a favorecer las condiciones de sucesión empresarial y negocios del gigante del duty free, alimentación y hostelería surcoreano. El máximo directivo fue favorecido por una sentencia del Tribunal Supremo al igual que Lee, pero a diferencia de él podrá quedar libre de cargos tras 4 años de libertad vigilada y buena conducta, los que finalizan en octubre de 2022. Un perdonazo digno de la temporada que viene de Succession.
Rompe todas las reglas, partiendo por casa
Después de 50 años, esta semana el máximo ejecutivo del mayor chaebol de Corea del Sur dio una señal: «En Samsung, la cultura laboral no se movió al ritmo de los tiempos. De ahora en adelante, me aseguraré que la frase ‘anti sindicalismo’ no vuelva a ser usada» , declaró Lee.
Sus palabras llegan 7 años después que un diputado liberase a la opinión pública surcoreana el documento Estrategias para la desintegración sindical, que en 115 páginas desnudaba las prácticas internas de Samsung: rastreo de información privada sobre quienes intentaban formar organizaciones de trabajadores; el procedimiento gerencial para perseguirlos y despedirlos, sumado a las amenazas de demanda por daños y perjuicios a la compañía que podían enfrentar. La revelación sólo acrecentó las críticas a una corporación cuyo fundador prometió no permitir sindicatos mientras estuviera con vida, y el primer sindicato oficial comenzó a formarse recién en noviembre del año pasado, tras años de persecusión por parte de la plana ejecutiva.
Pero quizá la señal más importante de todas está en el fin de la batalla por la sucesión familiar. Lee Jae-yong anunció que el bastón de mando de Samsung no recaerá en sus dos hijos, poniendo fin a un ciclo sin fin y a una fractura estructural de los cimientos sobre la que se construyó la organización empresarial más poderosa de Corea del Sur.
Obviamente, las buenas intenciones de Lee para parte de la opinión pública surcoreana no bastan, y han sido rápidos en calificar el mea culpa del ejecutivo como un perdón a medias tintas sin garantías ni medidas concretas de cambio. Para muchos, es la declaración de inicio de una nueva era en Samsung, que rompe con las malas prácticas históricas y se proyecta hacia un futuro a escala global mucho más abierto y alejado de sus raíces culturales.
Autobahn al infinito
Esta semana se confirmó el fallecimiento a los 73 años y a causa de un cáncer del cofundador de Kraftwerk, Florian Schneider. Negar la influencia del dúo alemán en la música popular de los últimos 40 años, y pasar por alto su visión de la sociedad y la tecnología, sería deshonrar ese legado. Por eso puedes ver aquí Krarftwerk and The Electronic Revolution, un documental de ¡TRES HORAS! que ahonda en sus orígenes y el desarrollo por dentro de la man machine electrónica.
Noticias como esta las comparto a diario en el grupo de Telegram de futuros, al que te invito a sumarte aquí:
¿Cuál es el mejor computador para…?
Esa es una pregunta difícil de responder y que tengo que saber responder seguido. Miren: la verdad cada uno sabe dónde le aprieta el zapato a la hora de elegir un equipo, y el dolor más grande siempre está en el precio. Más aún ahora, cuando la billetera aprieta más fuerte y el clásico laptop de la casa para hacer algo de navegación y ver películas o series pasó a ser un equipo indispensable, compartido entre varios y con múltiples fines: trabajar, estudiar, comunicarse por video conferencia y (en una de esas) entretenerse.
Por eso mismo, esta semana me alegró ver que por fin Apple decidió darle algo de amor a los MacBook Pro de 13,3 pulgadas que seguro arrancarán en CLP$1,3 millones (uf). El precio base te asegura el mismo modelo 2019 agotado actualmente en Chile con la gran salvedad — después de 5 años - de que en Cupertino decidieron decirle adiós al infame teclado mariposa y regresar al clásico y confiable mecanismo de tijera, que te da una mejor respuesta y experiencia al tipear.
Y luego está el modelo tope de línea, o el realmente nuevo MacBook Pro de 13,3’’: en su interior viene un procesador Intel Core i5 de décima generación (lanzados a inicios de abril) a 2GHz con Turbo Boost hasta 3.8GHz; además de 16GB de RAM base súper rápida, 512GB de almacenamiento SSD y una tarjeta de video integrada Intel Iris Plus que aguanta hasta monitores 6K. Wow.
Todo bien hasta ahí, hasta que otra vez llegamos al precio… a Chile va a llegar cercano a los CLP$1,8 millones; digámoslo: es caro. Pero tomando en cuenta que una laptop Apple tiene hasta 5 años de vida útil desde su salida al mercado, siento que es mejor invertir en un equipo que cubra tus necesidades hoy y te dé soporte para las que vienen con poder suficiente en sistema operativo y rendimiento.
Ya, pero qué me compro ahora-ya-no-puedo-esperar
Si me preguntas, el mejor portátil que te puedes comprar hoy, haciendo rendir tu plata en el tiempo (hardware, rendimiento y soporte versus costo) dependiendo de tus necesidades es:
Si navego y veo Netflix/YouTube, pero NO trabajo en él: Mi fav es y será el VivoBook S14 Core i5 de Asus. Una MacBook Air 2018 usada también entra en esta categoría.
Tengo que trabajar en él (correo, Office, WhatsApp, Slack, Teams, Zoom, Skype…) y además navego y veo Netflix: El VivoBook S14 i5 debería darte el ancho, pero si quieres estar más cómodx, prefiere la versión Core i7. Si quieres vivir sin Windows, la MacBook Air 2020 es más que capaz.
Trabajo, navego y más encima mis hijes me lo piden para hacer tareas y jugar Fortnite: Si el correo de tu pega funciona con Exchange, un ThinkPad X280. La MacBook Pro 2020 de base se mete por los palos, así que a aguantar.
Soy developer: si eres stan Windows o Linux, un ThinkPad a tu gusto. Si no, un MacBook Pro mid-2015 en adelante + macOS Catalina para desarrollar en XCode (y Android Studio).
Diseño con PS-ID-AI-XD/Sketch/Figma: Un MacBook Pro 2019, o el 2020 i5 a 2GHz (por el que vas a tener que esperar). Si vas por Windows porque necesitas software de Autodesk, la Thinkpad P1 es lo más poderoso que podrías obtener.
Premiere es mi segundo nombre: Una laptop gamer como la Asus ROG Strix Scar III (con senda GPU externa de 6GB), o el MacBook Pro de 16’’ (versión Core i7, con GPU AMD Radeon Pro 5300M de 4GB).
Si buscas cómo deshacerte de tu antiguo computador, en vez de venderlo podrías donarlo a la iniciativa que Proyecto Meulín tiene para apoyar el acceso a las clases a distancia de las familias que no pueden financiarse un equipo en vecindarios de la RM. Más detalles acá:
Eso es todo por esta semana, en la que caí en Catán después de años de evitarlo; soy jistark si te interesa agregarme como amigue en la versión para smartphones, y aquí puedes comprar unos estupendos sets de accesorios personalizados en resina para que te des más color armando tu gran ruta comercial (¿tienes piedra?)
Hasta la próxima,
— ji