200 mil chilenos dejaron de ver TV abierta
Además, el tuitazo de Trump y por qué en 2020 hay niñes y adolescentes que se tienen que subir al techo de su casa en zonas rurales para conectarse a Internet móvil, carajo
En la última entrega de futuros pedíamos que se acabara el cyber… y bueno, esta semana es de cyber tuesday monday black top friday en el retail nacional. Ironías de la vida. La ausencia extendida en tu casilla está explicada en el desarrollo de una serie de entregas especiales originales que — espero - lleguen a ustedes muy pronto.
Mientras eso avanza, he estado compartiendo actualidad tecnológica y buenas lecturas a diario con la comunidad de futuros en nuestro grupo de Telegram, al cual puedes suscribirte aquí:
1: Trump versus Twitter, resumido
El presidente de Estados Unidos cree que las plataformas de redes sociales están silenciando a las voces conservadoras. Esto ocurre luego que el martes Trump twitteara que el proceso de voto presidencial por correo en California — cuyo gobernador inició hace unos días - era un proceso sustancialmente fraudulento.
En Twitter decidieron ¡por primera vez! y de acuerdo a su política de integridad cívica agregar un enlace de fact-checking bajo los mensajes, indicando que la información que el primer mandatario profirió es falsa.
La afrenta no quedó ahí y el presidente prometió cerrar o regular las redes sociales. Ojo que hace unos días el mismo Trump declaró — en Twitter - que Twitter, Instagram, Facebook y YouTube están controlados por la izquierda radical.
Pero… ¿cómo? En cualquier minuto de esta tarde veremos aparecer un decreto que busca meterle mano al artículo 230 de la Communications Decency Act, que en resumidas cuentas es la ley estadounidense que permite que sigamos usando las plataformas digitales como hemos venido haciéndolo hace 24 años:
Establece que un “servicio computarizado interactivo” no es responsable legalmente de lo que sus usuarios publiquen en dicha plataforma, ya el servicio en sí no es quien lo profiere y/o emite;
Lo anterior permite que plataformas como Facebook, Twitter, YouTube, e incluso Substack — que uso para hacerte llegar estas palabras - puedan ejercer políticas de administración comunitaria sobre sus usuarios sin implicancias legales para ellos.
Eso quiere decir que, de ser modificado el artículo, cualquiera de esas plataformas podría enfrentar acciones legales por difundir desinformación y ejercer control editorial sobre sus contenidos.
Ahora, ¿por qué llegamos a esto? Porque Trump se dedicó los últimos días a propagar en su cuenta que el ex diputado y hombre ancla del noticiero Morning Joe de MSNBC, Joe Scarborough, es el responsable de la muerte de una de sus colaboradoras ocurrida casi 20 años atrás — lo que es absolutamente falso.
El martes en la mañana, Kara Swisher reveló en el NYTimes una carta que el viudo envió pidiéndole a Jack Dorsey que borrara los tweets del presidente de la red social por ser “mentiras horripilantes” sobre el deceso de su esposa; dado que los mensajes no violan los términos y condiciones de la plataforma, desde Twitter respondieron a las pocas horas que no sería posible hacerlo, y se disculparon por el dolor que esto le causa a él y su familia; en la tarde-noche del mismo día apareció el enlace bajo los mensajes en la cuenta de Trump, y bueno, aquí estamos.
¿Y qué dice Facebook? Ayer Mark Zuckerberg estuvo en Fox News, le dio una patada en las canillas a Dorsey y declaró que las redes sociales no pueden ser “árbitros de la verdad de todo lo que el público dice en las plataformas”. Justo a tiempo en el canal favorito del presidente — o bueno, ya no tanto. Veremos que pasa de acá a que se termine la tarde y cómo nos afecta, aunque en Chile el mundo conservador tiene carta blanca para decir lo que quiera en Twitter.
2: La brecha de la tarea
Por más que una telco y el Ministerio de Educación hayan entregado 3.500 líneas con 10GB de banda ancha móvil o se licite el despliegue de 600 nuevos puntos de Wi-Fi en lugares públicos, los estudiantes de Terapia Ocupacional de la Universidad Austral tienen que hacer colectas para subsidiar el acceso a Internet de sus compañeros residentes en zonas rurales de la Región de Los Ríos y en La Araucanía hay niñes subiéndose al techo de sus casas para poder asistir a clases virtuales.
Hablamos de esto hace ya un mes y los casos de esta semana demuestran que los “planes solidarios” no bastan, y la discusión sobre la desigualdad del acceso a la red está más que vigente.
3: Qué ven los chilenos — y cómo
El CNTV dice que estamos viendo más televisión, sobre todo desde el 18 de octubre, llegando a 7 horas diarias desde que estamos en casa. Sin embargo, una mirada más profunda a la versión 2019 del Anuario Estadístico de Oferta y Consumo de Televisión en Chile pinta un panorama menos optimista.
El público va a la baja: del universo de televisores encendidos, hay una caída del 3% en 12 meses, o 161.800 personas menos. 203 mil chilenos dejaron de ver las cadenas de señal abierta.
Vemos 13 minutos diarios de televisión por persona: 10 de abierta y 11 en el cable. En total, son 3 horas 53 minutos per cápita al día.
Los estratos de alto poder adquisitivo y la clase media trabajadora ven (aproximadamente) 26 minutos diarios más de televisión respecto a 2018.
Sólo en octubre de 2019 hubo 554 horas de noticiarios al aire. Después del 18/O, los adultos jóvenes entre 25 y 34 años de alto poder adquisitivo vieron 42 minutos extra de televisión abierta.
La cadena más vista por consumo promedio per cápita: Mega (31,9%); le sigue Chilevisión (9pp más abajo) y el 13 (12pp bajo el canal de Vicuña Mackenna)
CDF (Premium, Básico y HD combinados) es el canal chileno más visto del cable, sólo superado por TLNovelas de Televisa Networks y OnDirecTV de Vrio/AT&T Latinoamérica. Fox, hoy parte de Disney, queda relegado a un cuarto lugar.
Recuerda: siempre puedes responder este correo con tu opinión, sugerencias de temas o comentarios.
Nos leemos pronto,
— ji